Hace un año no me gustaba mucho sembrar árboles , en parte por lo impaciente que somos todos y también por que pensaba que se demorarían mucho en crecer y "no tenía tiempo" para eso.
Un día llegaron a mis manos unas ciruelas muy maduras y las botaría, pero ví la oportunidad y como nunca antes había sembrado árboles me decidí por estos que serían fáciles de cultivar.
Son de ciruela común, limpié las semillas y las estratifiqué por dos meses (Enero-Febrero 2009), como poca era la costumbre de estratificar, me olvidé de ellas y cuando me acordé ya habían germinado.
De todas formas las sembré y a los 10 días ya habían aparecido los cotiledones y emergían sus primeras hojas.
Con un mes de vida ya tenían un buen tamaño y poco a poco comenzaban a entusiasmarme.
Con 2 meses y en pleno otoño, este parecía no afectarles, eso si, las tenía en un pequeño invernadero.
A los 5 meses ya comenzaban a detener su desarrollo.
Con 6 meses les hice un transplante por que estaban en un recipiente muy pequeño además el sustrato no era el ideal. Se habían salvado cerca de 15 plantas.
En estas imágenes ya tenían 10 meses y con la primavera encima, parecía que estaban muy a gusto.
Al día de hoy ya cuentan con 1 año de vida,y cerca de 60 cm. de altura, el aspecto es un poco por lo adelantado que está llegando el otoño por estas tierras, pero siempre es un gusto su coloración.
La verdad, muchos pensarán y cual es el aporte de este artículo, pues no es muy complicado germinar semillas de ciruelas, pero el trasfondo de esto es que fueron las que me incitaron a recolectar semillas para sembrarlas, esto fue como el primer paso para posteriormente como he publicado en este blog, sembrar arces, ginkgos, celtis, jacarandás, entre otros.
Es por esto que les tengo un sentimiento un tanto especial a estos ciruelos, siempre hay que atreverse e intentarlo.
Espero que el tema haya gustado
Saludos
Pablo L.
