Desde siempre me ha gustado salir de caminatas o senderismo, sin embargo de hace un par de años, lo hago con mayor frecuencia, vez que puedo me armo con alguien o algunas veces solo, y emprendo camino por alguna ruta, estoy seguro que es de las pocas formas que tengo de poder desconectar totalmente.
Es por esto, que hace unos días cuando me invitaron a ascender por un monte que nunca había visitado, mis respuesta fue inmediata!...
Por esta parte del mundo estamos en otoño y ha sido lluvioso y frío, y mucho más extraño que otros otoños, lo digo por el clima, pero que va!, esa mezcla de días cortos, grises, fríos y húmedos, son mi mejor época, la que más disfruto al aire libre...
El lugar queda más o menos a dos horas de mi ciudad, técnicamente queda en la región metropolitana (Región capital), sin embargo, prefiero decir que queda en el límite con mi región. El lugar se llama "Santuario de la naturaleza Cerro El Roble", conocido sólo como "Cerro el Roble", el nombre obviamente, se debe a su gran bosque casi puro de robles, pero no hablo del roble europeo, sino que del género Nothofagus, el lugar es único, dado que junto al cerro la campana, albergan las poblaciones de robles más al norte del país.
Dado que en esta época nos muestra su mejor cara, les traigo unas imágenes de mi recorrido, fue un día posterior a un temporal que tuvimos, por lo que algo de sol aparecía, y ya la montaña se veía muy bien, con sus 2300 msnm.
A poco andar, ya el paisaje nos empieza a enamorar, es increíblemente bonito, a pesar que es otoño, la cordillera ya presenta algo de nieve, si hay algo que tiene este país, son montañas!...
Los robles y sus color característico ya empiezan a hacerse notar...
El camino, aunque en pendiente, es relativamente fácil, para alguien que ha hecho algunos otros ascensos, para un principiante podría ser algo complejo dado el cansancio que genere, así y todo, el grupo continúa la marcha.
Es imposible no parar a cada momento e intentar fotear todo lo que uno ve, el olor, el color, el clima, el sonido al pisar las hojas, todo perfecto...
Faltando poco más de una hora para llegar a la cima, el bosque se vuelve más tupido, y se abren estas pequeñas "ventanas" con esta vista...
Casi llegando a la cima, se puede ver un monte cercano, de menor altura, pero con las mismas características, llamado "Imán", es fabuloso, observar la diferencia entre una ladera con bosque y la ladera poniente, sólo con plantas menores.
Vistas desde las alturas...
Y Hemos llegado!, luego de casi 4 horas de ascenso, arribamos a la cima, está nublado y un frío típico de la montaña, pero el paisaje merece totalmente el esfuerzo realizado, en este punto sólo hay que sentarse y respirar...
Al estar en este lugar, se logra dimensionar lo angosto y pequeño que es este país, puesto que de fondo se puede ver la cordillera de los andes, el límite con Argentina y de manera posterior, se puede ver el puerto de Valparaïso, es decir, se puede ver todo el ancho del país,...
Se puede ver de fondo el "Cerro La Campana", un clásico de nuestra región, aunque muchísimo más difícil, en otro artículo mostrare fotos de ese ascenso.
El pueblo cercano.
Monte aconcagua..., con casi 7000 msnm, es la cumbre más alta de América.
Otra mezcla de colores y paisajes...
Luego de estar unas horas, alimentarnos, y pasar muuucho frío, bajamos, con toda la energía de este lugar.
Espero les hayan gustado las imágenes, como se habrán dado cuenta, para mi fue un lujo hacer este recorrido, poder conectarse nuevamente con la naturaleza, el paisaje y los colores, la verdad, que quedé maravillado, más aún pensando en mi región, mi ciudad, así como podemos estar en la playa, en unas horas, estamos en la montaña, en la nieve o en nuestros bosques, toda la naturaleza que se puede pedir en un mismo lugar...
Un Saludo.
Pablo L.