Hace ya más de un mes que por estas tierras las temperaturas comenzaron a disminuir, a pesar que los veranos no son muy calurosos, no podía hacer transplantes en esas fechas, es por esto, que empecé a hacer unos transplantes de árboles que hice hace cerca de un año y probablemente no soportarían mucho más en esos pequeños contenedores.
En este caso estaba entre dos especies, pero decidí darle prioridad al Peumo, Criptocarya alba, que creo es el que lo necesitaba con más urgencia. El Peumo, alcanza, en estado silvestre un buen tamaño, los he visto de hasta 8 metros, tiene hojas muy aromáticas y frutos comestibles, que en otoño se tornan de color rojo haciendo un contraste interesante con el follaje perenne. Acá unas imágenes antes del transplante.

El porcentaje de germinación es bastante alto, diría que superior al 90% a pesar que las semillas las recolecté de un parque, si se fijan, las raíces estaban apiñadas en el fondo, no creo que pudiesen soportar mucho tiempo más.

Una vez que , con cuidado, logro separarlas, cuento cerca de 40 plantines, que van de los 15 a 25 cm.

Las raíces son gruesas, si dan cuenta, se logra ver una raíz principal, que se llama pivotante, es larga y es uno de los mecanismos que tienen muchos árboles, para poder profundizar el suelo en busca de agua y así sobrevivir los meses secos, además sirve de anclaje al suelo, esta raíz sólo la vemos cuando propagamos especies a traves de semillas, a diferencia de muchos árboles ornamentales que se propagan de manera vegetativa y que año a año vemos que las tormentas tumban, dporque no cuentan con estas raíces.



El sustrato es común, más una porción de perlita para ayudar a la aireación, sabiendo, que a estos árboles les gusta la humedad, no agrego arena ni nada para no aumentar un drenaje en exceso. Acá los resultados finales, salieron 40 plantas, sin embargo, me quedan otras 80 en otra almaciguera, que espero poder transplantar en estos días.

Ya pasado un mes desde el transplante, ya comienzan a mostrar las nuevas hojas. A diferencia de los caducos, que se transplantan unas semanas antes de la primavera, los árboles de hoja persistente suelo cambiarlos a fines de verano y principio de otoño, donde las temperaturas bajan pero no como en invierno, entonces es como una "pequeña" primavera, lo que les da unas semanas de recuperación.

Ya llegan las lluvias, los vientos y las hojas en el jardín, supongo que refrescarán un poco estos arbolillos, que espero poder plantar en invierno en un monte cercano, estoy acumulando bastantes árboles endémicos de esta zona, sólo espero que llegue la época tomarlos y llevarles a hacer algo más verde lo que nosotros hemos transformado en negro.
Saludos.
Pablo L.