A principios del 1900 fue planificado como una estancia particular para el descanso familiar de un conocido inmigrante yugoslavo (como muchos que formaron toda esta región).
Durante el siglo pasado la administración paso por diferentes instituciones, con altos y bajos, debido a lo difícil que les era conseguir los recursos para su mantenimiento, pero ya desde hace varios años se logró una "estabilización" lo que logra mantener lazos con universidades y centros de investigación, donde el estado juega un rol importante.
Son más de 400 hectáreas que conservan basicamente el mismo diseño que realizó un paisajista francés, a mi modo de ver, logrando interactuar y respetar la flora nativa con la introducida.
Sigo caminando, hay poca gente, diría que he visto más guardaparques que visitantes, supongo que será normal para la época, pero una lástima por que es la mejor fecha para andar.
Veo algo clásico de todos los jardines, unos robles Quercus robur.
También cuenta con varios cursos de agua.
A pesar de todo lo que había visto, aún buscaba algo y eran las hayas, Fagus sylvatica, al igual que los castaños ornamentales, aesculus carnea, conservan las hojas en sus ramas, aún estando secan, con un color ocre increíble.
Ya casi son las 2 de la tarde y no creo lo rápido que se ma ha pasado la mañana, tomo un descanso bajo un platano de sombra Platanus hispanica y pensaba lo increíble d ela persona que plantó todos estos árboles, sabiendo que no vería ni disfrutaría de su crecimiento, en cierta media, y desde luego, guardando las distancia, me sentí identificado.
Sigo caminando y otra avenida arbolada con liquidamabares.
Como lo he visitado antes, sé que en lo alto hay un par de lagunas, que no quiero perderme, asi que tomo el primer atajo que encuentro...
Son casi las 4 y al interior del parque ya está oscureciendo y la temperatura desciende rapidamente, mirando la altura de los bosques que lo redean encuentro la explicación, calculo que serán de alturas superiores a los 30 o 35 metros.
Encuentro una buena mezcla entre europa y este país, un roble acompañado de dos fuertes palmas chilenas Juabaea chilensis.
Aunque la luz, no acompaña, llego a la primera laguna.
Otros ejemplos de la naturalidad que se ha logrado entre especies nativas e introducidas.
Llego a la laguna principal, es todo tan calmo, tan sencillo que a veces pienso que he cambiado de planeta.
Para finalizar, ya se me hizo tarde y emprendo el regreso.
Casi como despedida me fijo en un Ginkgo que esta en la entrada.
A pesar de haber estado todo el día, me ha faltado tiempo y lo que les he mostrado es una pequeña parte del Jardín Botánico, espero algún día enseñarles los cientos de otras especies.
Como dije en un principio, está a sólo 15 minutos del centro,el ticket de entrada vale 1000 pesos (poco más de 1 euro), por ese valor no pagamos ni la cuarta parte de una entrada al cine.
En cierta forma es un lujo poder contar con tal variedad de especies, valorando el esfuerzo que han hecho decenas de personas por mantener la naturaleza cerca de nosotros.
Espero no haberlos lateado mucho y que les gusten estas imágenes otoñales..
Saludos
Pablo L.