Me fui al Monte...

Luego de varios días de lluvias, frío y nieblas...hoy salió el sol y aprovechando que tenía tiempo, decidí irme al monte a dar un paseo, y por supuesto, plantar algunos arbolillos... Siempre acompañado de buena música, cargo a Skalariak en mi mp3 y empiezo a caminar...generalmente esto de caminar ayuda a liberarse un poco del agobio que significa la vida moderna, por lo que es totalmente recomendable.
Llego y siempre disfruto un rato del sonido del agua corriendo, los pajaros, el olor a tierra húmeda, es valorable poder hacer esto.

Esta vez, sólo llevo 12 árboles de la especie molle chileno, schinus latofolius. (semillas del monte, tierra de mi compostera, abono de mis lombríces y contenedores; los cartones de leche)

Me topo con un ejemplar enorme de Fuchsia lycioides.


Siempre me ha llamado la atención que la ladera oeste del monte cuenta sólo con una especie; Colihue Chusquea culeou, mientras que en la ladera opuesta he logrado identificar más de 35 especies distintas...curioso..supongo se deberá a la exposición del sol en verano, que hace que la parte poniente hayan especies más tolerantes a la sequía.



Planto estos árboles con la misma idea de siempre, que logren sobrevivir y ayudar a renovar las especies endémicas de nuestra región.




Esta vez fueron pocos los árboles que llevé, espero poder ir de nuevo y llevar una cantidad mayor, o mejor aún, lograr entusiasmar a alguien que quiera ayudar a hacer más verdes nuestros montes...



Una vista desde las altura, el sector donde planté.




Una vez más, no puedo dejar de mostrar la gran Palma chilena, Jubaea chilensis, de tamaño imponente, debe estar ahí desde que se ha formado esta ciudad...


Sin embargo muestra los rastros de una vida que nosotros hemos intentado acabar, signos de incendios, agujeros hechos por las personas que suben para recolectar sus frutos, etc. pero sigue ahí y espero siga por cientos de años más...Nunca está de más decir que no compres ni consumas los "coquitos" o frutos que comunmente se venden, con esto fomentas la explotación, y pones en peligro la regenaración natural de esta especie, sólo debes preguntarte por que no hay plantas pequeñas alrededor de un ejemplar adulto?..sencillo, por que no dejan que ningún fruto quede en el área para que germine...una lástima, pensando que la ley protege este monumento nacional.


Me voy con la satisfacción de seguir apoyando el monte que tanto quiero y que tanto respeto, es verdaderamente un lujo darse una vuelta por este cerro...el bosque esclerófilo costero es sin duda una mezcla de especies magnífica, en plena ciudad, disfrutar de esto es impagable.

Un Saludo
Pablo L.